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En una época en la que la potencia tenía predicamento, el motor del Peugeot 309 GTi con 16 válvulas y 160 caballos representaba la esencia de la deportividad "El adelantamiento empieza bajo el capó" se decía en aquel entonces. Lanzado tras el cambio de dirección de Peugeot en cuanto a diseño, este modelo llamaba la atención tanto por sus cualidades técnicas como por su interior, en el exterior dominaban las luces traseras inspiradas en el 405, el alerón trasero reservado a la versión GTi, así como el color Azul Miami. Sin lugar a dudas un GTi espectacular.